sábado, 8 de febrero de 2014

NO JUZGUES


Uno de mis temas favoritos El Amor

NO JUZGUES
La paradoja del amor
Pascal Bruckner

 Huir del que te ama, amar al que te huye. Maldecir al que duerme a tu lado, despedazarlo cada noche y despertarse tranquilo, como si la mañana hubiera lavado el odio con abundante agua. Perder la razón por una persona que te desprecia en proporción a la adoración que le dedicas. Tener sobre la menor relación el punto de vista final, meterse en una historia como el pasajero del Titanic, anticipando su naufragio. Soñar con cabalgadas sublimes y amores desenfrenados, y cocerse a fuego lento en una puerta cerrada mediocre. No saber que dar, no recibir nunca y asombrarse de qué nuestros regalos sean tan mal recibidos. Casarse por el placer de la seguridad, no casarse por el placer de la aventura, darse cuenta de que el matrimonio no protege de nada y de que la falta de matrimonio no garantiza lo imprevisto. Soportar durante años mentiras y engaños y después por una menudencia, irse para siempre. Aspirar al calor conyugal en el mariposeo, soñar con aventuras tórridas en la calma del hogar. Amar en detrimento del otro, absorber su energía, robarle la juventud, prosperar con su declive. Jurarse cada mañana plantar al otro y aguantar así veinte años acariciando la idea de la ruptura. Ser el que paga el pato, el gilipollas del qué todo el mundo se ríe, cegarse ante la evidencia, y acomodarse a ello. Considerar el matrimonio como una dura labor, esforzarse por amar a la pareja, tolerar, sufrir, soportar y estallar de repente por un capricho. Satisfacer a varias personas sin decírselo y exigir una adoración exclusiva de cada una. No estar seguro de nada, ni de la orientación sexual ni de los afectos, vivir en el país del quizá, de la vacilación sentimental, no ser más que un punto de interrogación que dice: te amo. Llorar la partida de un ser al que creías no soportar, que se fijó en tu corazón como una bufanda. Venerar, muerta, a una persona a la que habías maltratado, viva. Desplegar tesoros de amabilidad ante perfectos desconocidos, ofrecerles presentes suntuosos, mostrarse glacial y tacaño con los tuyos.
Estas son algunas de las inconsecuencias del amor. ¿Porqué quisiéramos que fuera de otra manera? Hablar de amor es siempre partir del desorden interior de cada uno, hurgar en el fondo cenagoso del alma llena de bajeza y de nobleza. Pongamos en escena sin juzgarlas las locuras del corazón de los hombres.

miércoles, 5 de febrero de 2014

PRESENTACION DE MI LIBRO SOMOS UNO

Les espero a la presentación de mi libro "SOMOS UNO", primer lugar Nacional 2012 de Autobiografía del Concurso anual organizado por la Demac Df el próximo 23 de febrero a las 12 IM en la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería . Me hará muy feliz verles ahí, familiares y amigos!!!!!


lunes, 3 de febrero de 2014

AÑORANZA



 
 
Me refugio de mi ahora en otros sitios,
De mi dolor, estando lejos.
Y con los días añoro
Desespero y regreso
Al lugar que solo existe cuando no estoy en él.
AAT
 
 
 

domingo, 2 de febrero de 2014

SOMOS UNO

SOMOS UNO

 

En las cimas de la desesperación
 
¿Por qué el hombre se vuelve lírico durante el sufrimiento y el amor? Porque esos dos estados, a pesar de que son diferentes por su naturaleza y su orientación, surgen de las profundidades del ser, del centro sustancial de la subjetividad, en cierto sentido. Nos volvemos líricos cuando la vida en nuestro interior palpita con un ritmo esencial.
                                                                                                                                                                E.M.Cioran

La novela de mi vida cuenta que hace casi diecisiete años, un evento fuera de los  comunes aconteció. Para darle sentido y poder sobrevivir decidí contar y creerme  la historia de que este suceso  ha definido la vida que vivo el día de hoy. Quizá esos momentos que uno vive más apasionadamente, ya sean de sufrimiento o gozo, suelen resaltar en nuestras historias precisamente por la intensidad del sentimiento con el que han sido vividos.

Hace diecisiete años nació mi hijo el menor cuya historia  nos hizo a ambos merecedores de un premio a nivel nacional. ¿Por qué la escribí? El dolor me volvió lírica y nació de las profundidades de mí ser la necesidad de escribir como una forma de externar mi desesperación.

Para mí, el cuerpo es el vehículo de nuestra razón. Imposible vivir encerrados en nuestras cabezas. Por eso existen las artes…las lágrimas y las palabras.  AAT